HomeCharactersGodsRead ThisContact
Gritos en la niebla
Grukmar
Gritos en la niebla
Korgath Nargul
Korgath Nargul
April 06, 2024
3 min

La Niebla del Bosque

La niebla flotaba entre los árboles negros. Varian entrecerró los ojos, forzándolos contra la penumbra.

El grito de una mujer rompió la quietud.

La mano de Varian voló hacia la empuñadura de su espada. Se volvió hacia Elric, cuyo rostro había palidecido en la penumbra.

“¿Es una mujer?” El susurro de Elric apenas se escuchó.

Varian asintió, desenvainando la espada. El acero chocó contra el cuero, un sonido anormalmente fuerte en la opresiva quietud.

“¡Socorro! Por favor, que alguien me ayude”. La voz volvió a oírse, lejana pero clara.

La Persecución

Chase

Varian dio un paso adelante, luego otro. Cada pisada aplastaba las hojas húmedas, y el ruido parecía resonar entre los árboles. Elric lo siguió, con la respiración rápida y superficial.

Una sombra revoloteó entre los troncos y desapareció en un instante. La mano de Elric salió disparada, agarrando el brazo de Varian.

“Espera”, siseó. “¿Has visto eso?”

Varian se detuvo, escudriñando el brumoso bosque. Otro parpadeo le llamó la atención, esta vez a su izquierda. Apretó la mandíbula mientras sopesaba los riesgos.

“Podría ser una trampa”, murmuró.

Los dedos de Elric se clavaron en su manga. “Deberíamos volver. No es nuestra…”

“¡Ayudadme!” El grito cortó el aire, crudo y desesperado.

Varian se soltó del agarre de Elric. “No puedo dejarla.”

Se lanzó hacia delante, adentrándose en la niebla. Las ramas le arañaban la cara y los brazos mientras corría. Detrás de él, Elric maldijo y lo siguió, con pasos pesados en la maleza.

El Claro Vacío

Los gritos eran cada vez más fuertes y frenéticos. A Varian le latía el corazón en los oídos y respiraba entrecortadamente. Atravesó una maraña de arbustos y tropezó con un claro.

Nada.

El espacio estaba vacío, bañado en silencio. Ninguna mujer. Ningún atacante. Sólo niebla y sombras y el peso de ojos invisibles.

“Yo no…” Elric comenzó.

El suelo tembló bajo sus pies.

La Caída

El estómago de Varian se estremeció cuando el suelo del bosque cedió. Cayó en picado y el mundo giró a su alrededor. La espada se le escapó de las manos y desapareció en la oscuridad.

El impacto.

No fue el estrépito óseo que esperaba, sino una sacudida contra algo que cedió y luego se tensó a su alrededor. Unas fibras ásperas le mordieron la piel mientras se agitaba, enredado en una red que se mecía suavemente en la oscuridad.

“¿Elric?” jadeó Varian, luchando por orientarse.

Un gemido le respondió, seguido del crujido de la cuerda. “Aquí. Maldita sea, estoy aquí”.

Atrapados

Los ojos de Varian se adaptaron lentamente. Sintió la forma de Elric apretada contra él, ambos enredados en la misma red. Estaban tendidos en el suelo del bosque, atrapados en una trampa que había saltado bajo sus pies. Los bordes de la red estaban sujetos a los árboles cercanos, manteniéndolos firmemente en su sitio.

“Te lo dije”, gruñó Elric, con la voz tensa. “Trampa”.

Varian le ignoró, haciendo fuerza contra las cuerdas. Se mantenían firmes, clavándose dolorosamente en su carne con cada movimiento. Se retorció, tratando de alcanzar el cuchillo que llevaba al cinto, pero tenía los brazos torpemente inmovilizados a los costados.

“Ahorra fuerzas”, le aconsejó Elric. “No saldremos de ésta fácilmente”.

La Cazadora

Una risita descendió desde arriba, grave y cruel. Varian torció el cuello y entrecerró los ojos en la penumbra.

“Vaya, vaya”, ronroneó una voz de mujer, tan diferente de los gritos desesperados que los habían atraído hasta aquí. “Qué ratoncitos más tontos hemos cazado”.

Varian abrió la boca, con un millar de preguntas luchando por escapar, pero una repentina oleada de vértigo se apoderó de él. Sus miembros se volvieron pesados, sus pensamientos lentos.

“No se resistan, muchachos”, dijo la mujer. “El veneno de esas cuerdas actúa rápidamente. Dormid ahora. Tendremos tiempo de sobra para conocernos cuando despiertes”.

“En el bosque, la presa más fácil es aquella que cree ser el cazador.”

Varian luchó por mantener los ojos abiertos, por formular un plan, pero la oscuridad se deslizó por los bordes de su visión. Lo último que vio antes de perder el conocimiento fue la silueta de una mujer orca, con los colmillos brillando a la luz de las estrellas. Sus ojos, ardientes con una mezcla de triunfo y cruel diversión, observaban su derrota con evidente satisfacción.


Tags

#goblins#escaramuza en las sombras

Share

Previous Article
Las leyendas de Grukmar se cruzan en el camino de una patrulla de novatos
Korgath Nargul

Korgath Nargul

Half-Orc King

Table Of Contents

1
La Niebla del Bosque
2
La Persecución
3
El Claro Vacío
4
La Caída
5
Atrapados
6
La Cazadora

Related Posts

La marcha de la Desesperación
April 07, 2024
4 min

Quick Links

Advertise with usAbout UsContact Us

Social Media